El Centro Televisivo Vaticano, creado en 1983, se ha convertido, desde noviembre de 1996, en un organismo vinculado a todos los efectos a la Santa Sede. El objetivo principal de CTV es contribuir a la difusión universal del Evangelio, documentando con imágenes de televisión el ministerio pastoral del Sumo Pontífice y las actividades de la Sede Apostólica (Estatuto del 1 de junio de 1998).